Sobre mi

Me llamo Tatiana i nací en Rusia cuando todavía formaba parte de la Unión Soviética. Estudié arquitectura y soy una apasionada del dibujo, la escultura y la pintura.
Después de 10 años ejerciendo de arquitecto, el amor me llevó a vivir a Barcelona.
Cuando estaba embarazada de mi hija, sentí la necesidad de darle una porción de Rusia y su cultura desde su nacimiento.
Estuve buscando información sobre juguetes tradicionales rusos, y esto me llevó a darme cuenta de que el típico souvenir ruso, la Matriuska o muñeca rusa, fue originalmente un juguete. Entonces, cada una de ellas se hacía y pintaba a mano, y era exclusiva. En ellas se representaba el día a día de las familias rusas de la época: la campesina que lleva una gallina, la chica que cuida a su hermano, la señora con el cesto de frambuesas, el abuelo apoyado a su bastón son algunos ejemplos.
Esta información me inspiró a pintar mi propia muñeca rusa para mi hija.
La admiración mostrada por mi familia y amigos al ver mi Matriuska, me ha empujado a seguir pintando.

Huyendo de materiales artificiales y productos tóxicos, pinto la muñecas con acuarelas de pigmentos naturales y las termino con aceite vegetal o cera natural.

Considero que cada pieza hecha a mano, con productos nobles y amor, está destinada a pasar de generación en generación.